Se cumplen hoy, nueve años de un clásico que quedó marcado entre Progreso y Maderense. Se jugaba la fecha 18 del torneo Clasificatorio de aquel año.
Ambos equipos se jugaban la clasificación y quien ganaba clasificaba y el que perdía quedaba eliminado. ¿Cómo terminaron? 2 a 2 y los dos afuera.
Primero, los hinchas lanzaron hacia el terreno de juego un peludo que fue corrido por varios jugadores hasta que uno logró atraparlo.
La cuestión es que un jugador de Maderense atrapó al peludo, tras pisarlo, y se lo devolvió a Davito adentro de la cancha… ¡El árbitro, tierno, amonestó al futbolista que había pisado al habilidoso animal!
Las imágenes llegaron a los noticieros nacionales. La pena es que a esa curiosidad folclórica le siguió un papelón.
Sobre el final, el partido se fue calentando y todo terminó en una batalla campal protagonizada por los 22 jugadores, más los suplentes y cuerpo técnico.
Fue un clásico caliente, que hoy se extraña y que esperamos que pronto regrese.
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