“Siempre se puede, hay que querer nomas…” señala con simpleza Juan Coña y su frase se convierte en un mantra. El automovilismo como centro de escena, de una historia que lo marca como protagonista. ¿Quién le puede decir a Juan que no se puede? Juan pulveriza ese tipo de aseveraciones con hechos; con sus propias acciones. Porque Juan va con la fuerza de su coraje y porque, como repite “hay que querer nomas; todo está en la cabeza”.

Cuando tenía un año y medio se enfermó de poliomielitis. La polio es una enfermedad causada por un virus que afecta principalmente a los nervios de la médula espinal o del tronco cerebral. En su forma más grave, la polio puede hacer que una persona sea incapaz de mover ciertas extremidades, lo que también se denomina parálisis. Juan sufrió la parálisis de sus piernas; y desde niño ya comenzó a construir su vida.

Objetivos

Nada se interpuso, siempre fue buscando cumplir sus objetivos. Mecánico de la electricidad del automóvil, es el titular de su propio comercio. Además, nada lo privó de manejar camiones o cosechadoras.

En el 2024 fue el turno de subirse a un auto de carrera, y en la presentación del año calendario en el circuito de Henderson, Juan se hizo presente con su Fiat en la Clase A 1.4, con el 333 pintado en los laterales. Giró, clasificó, corrió y recibió la bandera a cuadros.

Juan, cuenta su historia. La que al año y medio de vida lo puso a prueba. La que lo tiene en su taller y él mismo narra que se desplaza en un carrito para llevar adelante sus actividades.

Automovilismo

El fin de semana del 16 y 17 de marzo Juan puso en pista de manera oficial el “333”. Juan se quiebra y recuerda. Ese coche iba a ser piloteado por su hijo, que falleció como consecuencia de un accidente de tránsito, en noviembre del 2022, cuando tenía 21 años. Juan llora, pero cumple el sueño de su hijo. Y entonces no se detiene, como no lo hizo nunca. Y sigue.

Así llegó la colaboración del Negro Lamanna y luego de Jorge Borges para adaptar el Fiat 600 y que Juan pueda correr. “Todo casero”, deja en claro.

El mecánico de la electricidad es quien cuenta como es el mecanismo que armó y construyó para así poder subirse al habitáculo y ser protagonista de la presente temporada.

Con su mano derecha empuña un gatillo que hace las veces de acelerador, y además un bastón para el freno. Con la mano izquierda toma el volante. Mientras que la pierna izquierda, comentó, es destinada para el embrague.

A la pista

Mientras aguarda en su carpa el turno de salir a pista, dialoga y cuenta su historia. La de Juan Carlos Coña, no es una historia más; es un trazado de vida con múltiples obstáculos que transforma en fortalezas. Alguna vez, el escritor argentino Jorge Luis Borges, señaló: “Claro que creo en los sueños. Soñar es esencial, puede ser la única cosa real que exista”. Juan, no deja que nadie se interponga en “sus” sueños, y no se detiene. Sigue construyendo su historia de vida, con entereza, con hidalguía y con fuerza, porque como él mismo lo señaló: “Siempre se puede, hay que querer nomas…”