Fernando Belasteguín vive momentos de profunda emoción mientras transita el tramo final de una exitosa carrera en la que ganó 230 títulos y llegar a enlazar 16 años consecutivos como número uno del ranking mundial de pádel.
Anunció que se retirará a final de temporada y por estos días está disputando su último torneo en Argentina: el Premier Pádel P1 de Mar del Plata. Primero, se lo vio al borde de las lágrimas al ser ovacionado por el público durante el partido de octavos de final que junto a Juan Tello le ganaron a los españoles Juan Antonio Diestro y Pablo Lijo por 4-6, 6-2 y 6-3. «Vamos Bela vamos… ponga huevo… que ganamos», fue el gritó que bajó de las gradas.
Y este jueves, tras vencer en cuartos de final a los españoles Javier Barahona y Teodoro Zapata, se emocionó al agarrar el micrófono. «Buenas noches a todos. Voy a ser muy breve. Hoy, más allá de compartirlo con el equipo, con la familia y con todos ustedes, hay una persona muy especial acá entre todos nosotros. Han pasado 34 años de que fue mi primer profesor», comenzó diciendo.
Y la imagen de la transmisión se fue con Pato Estruch, en un mar de lágrimas. Estruch, el primer entrenador de la leyenda que fue construyendo Belasteguín desde su adolescencia, sufre ELA, una enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas, y se lo vio en una de las tribunas del Polideportivo de Mar del Plata en silla de ruedas. Y profundamente emocionado.
Fuente: Clarín